11 julio, 2019 · Blog
A la hora de realizar una reforma en el hogar, se tienen en cuenta multitud de cuestiones para ahorrar dinero: el coste de la hipoteca o el alquiler, de la luz, de la calefacción. Para ahorrar en esta últimas hay que pensar en términos de eficiencia energética.
Si quieres saber cómo mejorar la eficiencia energética de tu hogar, te damos las pautas para conseguir un consumo de energía eficiente, favoreciendo el autoconsumo.
Consigue el certificado de eficiencia energética
A la hora de acometer la reforma en pro de la eficiencia energética, lo primero que se tiene que tener en cuenta es el certificado de eficiencia energética.
El certificado de eficiencia energética consiste en un documento que determina las características energéticas del inmueble. En él se calcula el consumo anual que requiere una casa durante un año en condiciones normales de ocupación y funcionamiento. Hay siete niveles, de la A a la G, de mayor a menor eficiencia.
¿Cómo se consigue el certificado de eficiencia energética?
Desde 2013, todas las viviendas disponen del certificado de eficiencia energética, el cual es expedido por un profesional de rigor en el campo, generalmente un ingeniero técnico o un arquitecto. Hay que tener en cuenta que caduca pasados 10 años desde su emisión.
Una reforma eficiente empieza por el aislamiento
Sabiendo el nivel de eficiencia energética del inmueble, una reforma eficiente no se puede acometer sin aislamiento.
Las ventanas y las puertas, especialmente en casas viejas, suelen tener algunas grietas o cierres defectuosos que hacen que se escape el calor en invierno. Ello deriva en un mayor gasto de gas. Por ello, en esa reforma, es útil pensar en cerrar el balcón o poner una doble cristalera aislante.
En verano sucede un caso parecido. Las deficiencias en este tipo de elementos del hogar hacen que se cuele el calor sofocante de la calle y te veas obligado a poner más alto el aire acondicionado.
En el caso de suelo y el techo, también se puede reformar para caminar hacia la eficiencia energética instalando falsos techos que concentren más el calor o mediante cámaras de aire que conserven la energía en el suelo y las paredes.
Reformar la instalación eléctrica
Cuando ya te decantas por reformar la vivienda o comprar una nueva, asegúrate de que la instalación eléctrica está en las condiciones óptimas.
En muchas ocasiones, la conexión de suministro con la red general en viviendas viejas no es del todo correcta, mientras que en otras incluso hasta es necesario dar de alta la luz. En cualquier de los dos casos, se necesitan hacer cambios.
En el caso de las reformas, contacta con la distribuidora para que te mande un técnico encargada de cambiar el cuadro eléctrico y el sistema de cableado. Lo conveniente es que informarte sobre las diferentes tarifas y ver qué potencia se ajusta tanto a tus necesidades como a los parámetros de eficiencia energética.
Reformas en la calefacción para la eficiencia energética
Para alcanzar ese consumo óptimo y responsable, otra de las tareas a acometer es mirar el estado de la caldera y los radiadores.
Una de las mejores opciones en el caso de los radiadores es apostar por los eléctricos en en vez de los de agua o aceite. Puede suponer un ahorro en la factura energética de más del 25%.
En el caso de las calderas, es bueno hacerte con una de condensación, ya que aprovechan la energía del agua que queda después de la combustión para generar calor.
Sumado a ello, es bueno acometer la reforma con las miras puestas en la aerotermia, un moderno sistema en el que el 75% de la energía se extrae del aire.